“No nos faltan reservas, nos sobran”

“Estamos flotando el tipo de cambio en un país altamente dolarizado, y el resultado inflacionario realmente mínimo es un éxito total”, afirmó Vladimir Werning, vicepresidente del Banco Central, durante su disertación en el "2° Congreso de Economía y Finanzas del NOA", organizado por el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) en Tucumán. En una exposición detallada, Werning destacó los logros del programa de estabilización económica del gobierno de Javier Milei, la eliminación del cepo cambiario, el fortalecimiento de las reservas y los pasos hacia una economía más competitiva, en un contexto de reformas estructurales que buscan consolidar un modelo de libertad económica.

Werning explicó que el programa económico se estructuró en tres etapas: consolidación fiscal, reducción del déficit cuasifiscal del Banco Central y, finalmente, la implementación de un esquema de bandas cambiarias. “Nunca nos enamoramos del cepo ni teníamos una ideología a favor de un tipo de cambio fijo o un crawling peg. Trabajamos con lo que Argentina nos dejó”, señaló, destacando que el objetivo fue realizar una transición sin precedentes: “Por primera vez en la historia argentina, no se rompieron contratos, no hubo default, no se aplicó un plan Bonex ni se reestructuró la deuda. Respetar los derechos de propiedad es el punto número uno del Pacto de Mayo que plantea el presidente Milei”.

El esquema de bandas, implementado en la etapa tres, marcó un hito al levantar el cepo el 11 de abril de 2025. Werning celebró los resultados: “El mercado cambiario se soltó, el tipo de cambio tuvo volatilidad pero se mantuvo cerca del centro de la banda. Las tasas de interés subieron en anticipación, pero luego bajaron. La inflación, que estaba cerca del 4%, bajó a 1,5% en mayo. El apocalipsis cambiario no sucedió, el temido pass-through no ocurrió, y eso no fue casualidad, fue por diseño”. El funcionario resaltó que el Banco Central trabajó durante ocho meses con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para garantizar las condiciones de esta transición, logrando un marco macroeconómico sólido con anclas fiscal, monetaria y cambiaria.

Sobre las reservas, Werning abordó las críticas sobre su acumulación: “Muchos dicen: ‘Se flota, pero falta comprar reservas’. Lo primero es establecer un sistema cambiario con confianza, donde la gente pueda comprar y vender dólares con riesgos simétricos. No tenemos urgencia. El FMI nos dio 12.000 millones de dólares y promete 20.000 más. No nos faltan reservas, nos sobran”. Añadió que la estrategia es adquirir reservas de manera profesional, evitando presiones en el mercado: “Si salís a comprar dólares rápido, el mercado se te corre. No vendimos reservas para sostener el tipo de cambio flotante, como se temía, y eso es un logro”.

En cuanto a la bimonetización, Werning aclaró que el modelo no es una dolarización, sino una competencia de monedas: “Buscamos que el dólar tenga un rol transaccional y que el peso recupere funciones. Hoy se puede obtener crédito en pesos, poner precios en pesos sin cambiarlos diariamente. Los argentinos pueden usar sus dólares sin sentirse perseguidos”. Este enfoque, según el funcionario, fomenta el ahorro dentro del sistema financiero: “El desafío histórico de Argentina es la baja tasa de ahorro. Las expropiaciones pasadas alejaron a los ahorristas del sistema. Queremos que elijan libremente entre pesos y dólares, y que esos ahorros se queden en el sistema para financiar inversiones”.

Esfuerzo conjunto

Sobre las reformas estructurales, Werning afirmó que ya están en marcha: “Empezaron con la Ley Bases, el RIGI, la apertura comercial y la baja de impuestos. El ministro Caputo es el primer ministro que sube un impuesto por emergencia y lo baja al año siguiente. Eso es estructural, un quiebre”. Sin embargo, subrayó que las reformas requieren un esfuerzo conjunto: “No se le puede pedir todo al gobierno federal. Las provincias deben contribuir, por ejemplo, eliminando ingresos brutos a la intermediación financiera, que en Tucumán es del 9%, un costo oculto que afecta al usuario”.

Werning destacó el apoyo social al modelo económico, reflejado en la victoria electoral de Milei y el sostenimiento de su respaldo a pesar del ajuste de 2024. “La sociedad argentina se dio cuenta de la gravedad y votó por este cambio. Pero las provincias deben avanzar en sus responsabilidades”, insistió, citando el Pacto de Mayo como una hoja de ruta que incluye proteger la propiedad privada, mantener el equilibrio fiscal y reducir el gasto público al 25% del PBI para bajar impuestos.

El funcionario también compartió momentos de euforia en la gestión, como el levantamiento del cepo: “Fue un desafío gigante, pero resultó sin disrupciones. La economía sigue creciendo, la inflación baja y el dólar no domina nuestra realidad. Fue un momento histórico, impulsado por el coraje del presidente”.

Finalmente, Werning reflexionó sobre la herencia que encontró la gestión libertaria al acceder a poder: “En 2023, veíamos el riesgo de una Venezuela en Argentina, con disolución social. La situación era mucho peor que en gestiones anteriores, con una base monetaria colapsada y un Banco Central vaciado”. Destacó la cohesión del equipo económico bajo el liderazgo de Milei y Caputo: “Un equipo chico, sin egos, con consenso y respaldo político, permitió tomar decisiones en un contexto de emergencia. Las políticas son infinitamente más consistentes que en el pasado, y los resultados son inmediatos”.

La disertación de Werning cerró el congreso con un mensaje de optimismo, pero también con un llamado al sector privado y las provincias a asumir un rol activo en las reformas para consolidar un crecimiento sostenible, basado en la productividad y la libertad económica.